Muchos de nosotros como jinetes nos hemos encontrado dudosos a la hora de elegir la embocadura ideal para nuestro caballo. La elección de una buena embocadura hará que nuestro animal se encuentre relajado a la hora de trabajar y será mucho más fácil para nosotros transmitirle y pedirle a nuestro compañero lo que queremos en cada ejercicio. En este post daremos una serie de pautas a tener en cuenta antes de elegir una embocadura.
Comenzaremos por conocer los puntos de presión o influencia de la embocadura en el caballo:
- Paladar.
- Lengua.
- Comisura de los labios.
- Barras (donde quedará apoyada la embocadura)
- Zona de la barbada.
Clases de embocaduras.
Principalmente se hace distinción entre filete o bocado. Pero podemos encontrar en el mercado variedades y combinaciones de los mismos.
- Filete. Únicamente se compone del hierro que se encuentra sujeto a las anillas. Las riendas también van cogidas a estas anillas por lo que la fuerza que se ejercerá sobre la boca del caballo será la que ejerza el jinete sobre las riendas. Con lo cual tan solo se estará haciendo influencia sobre la lengua, las comisuras de los labios, barras y, en algunos casos, el paladar.
- Bocado. En este caso el hierro se encuentra unido a la anilla portarienda por las “patas” y se compone además, y a diferencia de un filete, de la cadenilla o barbada. En este caso, la presión se estará realizando sobre la lengua, las barras, la barbilla, la nuca, y en los casos de los de puente alto, en el paladar. Por otro lado, el efecto que consigue el jinete sobre la boca de su caballo es un efecto “palanca” dado a que la fuerza ejercida por el jinete queda multiplicada por las “patas” y con mayor intensidad que en el caso de los filetes. Es importante tener correctamente ajustada la cadenilla ya que, por el contrario, no se ejercería este efecto palanca propio del bocado.
- Filete + Bocado. Se trata de la combinación de ambos tipos de embocaduras dentro de la boca del animal. Se suele utilizar para refinar a los caballos con un alto nivel de doma.
- Hackamore. Se trata de una embocadura muy particular puesto que no lleva hierro. Se componen de dos largas patas unidas entre sí por dos barbas, una en la nariz y otra en la barbilla del caballo. De esta manera la presión se ejerce únicamente estos dos puntos. Se utilizan principalmente en caballos que no toleran el hierro en la boca o en potros para prepararlos a sentir las órdenes del jinete de manera previa al bocado.
¿Qué hay de la talla?
Aquí indicamos algunas medidas “estándar” pero que pueden variar en función del tamaño de la boca de cada caballo:
- Para los ponis más pequeños lo ideal es escoger una embocadura de un tamaño de 105 mm.
- Ponis y caballos de pequeño tamaño se recomiendan tamaños de 115 mm.
- La talla general utilizada en caballos es de 125mm que también puede ser utilizada para casos de ponis con cabeza de gran tamaño.
- Para caballos de un tamaño algo mayor a lo normal, 135 mm.
- Caballos muy grandes o con cabeza muy grande, 145 mm.
- En ocasiones excepcionales, si el caballo cuenta con medidas extra grandes, 155 mm.
Es importante que la embocadura no quede excesivamente ajustada para que no lastime la boca de nuestro caballo pellizcándola. Tampoco debe quedar muy grande porque puede “bailar” dentro de la boca de nuestro compañero y provocarle lesiones en el paladar. Lo ideal es que quede a unos 5 mm de la comisura de los labios, creándole unas pequeñas y leves arrugas.
El grosor de la embocadura.
Tanto si se trata de un filete o bocado, cuantas más gruesas más agradables serán para el animal ya que a medida que es más fino existirá mayor probabilidad de cortar la boca y provocar dolor.
- Embocadura de grosor fino: a partir de 14 mm.
- Embocadura de grosor intermedio: entre 14 y 18 mm.
- Embocadura gruesa: más de 18 mm.
No obstante, no debemos olvidar el dicho “no hay hierro suave con mano dura ni mano suave con un hierro duro” y trabajar siempre con el contacto, sensibilidad y tacto correcto.
El material.
Igualmente, el material hará que nuestro caballo se encuentre más o menos cómodo.
- Los podemos encontrar de acero inoxidable (macizos o huecos), más duraderos y resistentes.
- De cobre o acero dulce. Aunque estos materiales pueden llegar a oxidarse, hacen salivar más al animal lo que provocará una sensación de relajación.
- De caucho o goma. Recomendado para caballos con la boca sensible y potros.
- De pasta. Su función es similar al caucho, aconsejable para caballos con una boca sensible. La pasta actúa calentándose en la boca del caballo y se vuelve más blanda.
Recuerda que el principal objetivo del filete o bocado es comunicar a nuestro compañero nuestros deseos y mantenernos en contacto con él. En la boca del caballo se encuentra la confianza de nuestro compañero, elige lo mejor para él.