¡La familia crece, bienvenido!

El potro empieza su largo periplo hacia la vida exterior cuando, tras el apareamiento, un óvulo de la yegua es fecundado por el esperma del semental. Desde el momento de la concepción pasarán 336 días, casi once meses, durante los cuales se desarrollará y crecerá el potro dentro del útero materno.

El periodo de gestación puede variar dependiendo de la yegua,  en ocasiones el periodo es distinto entre yeguas de la misma raza.

Las yeguas, al igual que las personas, muestran unos primeros síntomas de embarazo.  Aproximadamente, a las dos semanas y media de la concepción, suelen desaparecer los síntomas del celo de la yegua. Una yegua preñada no vuelve a entrar en celo, aunque en algunos casos no presente ningún cambio, aunque lo normal, sin embargo, es que su estado de preñez sea claramente visible.

Los buenos cuidadores saben muy bien cuándo la yegua no entra en celo y si está o no preñada.

Durante las primeras etapas, el potro, llamado embrión, tiene una forma poco reconocible.  A los veinte días de la concepción, ya tiene millones de células y puede distinguirse la forma de las extremidades y de la cabeza, a pesar de su reducido tamaño, tan solo dos centímetros de longitud.

Tras la concepción, el óvulo fecundado se adhiere a la pared del útero, donde comienza el periodo de desarrollo. Primero, el óvulo se divide en 2 células, luego en 4, en 8, en 16 y así sucesivamente.

Al principio se forma una bola de células, que con el tiempo se transforma en una esfera vacía. Su forma va cambiando poco a poco a medida que el cuerpo del potrillo crece y empiezan a desarrollarse los órganos internos.

Más tarde se forman las membranas, y el líquido amniótico que envuelve y protege al potro. Ésta es la estructura que lo une al útero materno y la aporta alimento y oxígeno a través del cordón umbilical.

La sangre del potrillo también contiene productos residuales de su propio cuerpo, que pasan a la sangre de la madre hasta ser expulsados de su cuerpo.

Una vez que las extremidades y los órganos internos han empezado a desarrollarse, el diminuto potrillo pasa a llamarse feto hasta que nace.

En el segundo mes, el feto es reconocido como caballo donde la cola le mide de 5-7 centímetros. A los tres meses el potro desarrolla los cascos y su cuerpo llega a medir entre 7-14 centímetros de longitud.

Cuando llega el 4 mes el pelo de los labios empieza a crecerle.

En el sexto mes, cuando el feto ha alcanzado entre 30-60 centímetros de longitud, crecen unos incipientes pelos en los ollares, las pestañas y las cejas.  A los siete meses, la cola empieza a formarse y puede hacerse bastante evidente el cambio en la figura de la yegua. A pesar de todo, es posible que la conducta de la yegua siga siendo normal, y no muestre síntomas de estar embarazada en ningún momento.

Cuando llega el octavo mes, el feto mide entre 50-80 centímetros y la crin empieza a tener forma. También toman forma los pabellones auditivos y las extremidades.

En el décimo mes, el potrillo ha alcanzado una longitud de 60-90 centímetros, y el cuerpo, excepto el abdomen, está cubierto de una capa fina de corto pelaje.

En las últimas fases de la gestación, el potrillo pesa entre 30-60kg y mide entre 75-145 centímetros de longitud. Y… justo antes de nacer decide cambiarse de posición para el parto.

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