¿Te mereces…una pizquita de SAL?

En la dieta de las personas la Sal es indispensable para que nuestro cuerpo funcione adecuadamente, ¡ojo! puede ser nefasta para la salud si se consume en exceso.

Os responderé a una pregunta que os haréis a menudo…

¿La Sal es buena para los caballos? Sí, sin duda. En la cuadra son esenciales las Pastillas de sal, sobre todo en épocas de verano, cuando hace mucho calor, especialmente después de un trabajo duro, puesto que el sudor supone una pérdida importante de sales.

Una pastilla yodada es la fuente básica  de sal para cualquier caballo o poni. Las pastillas más habituales tienen forma de ladrillos oblongos. También se pueden obtener piedras de sal natural, que son de color grisáceo y su forma es muy irregular.

Las pastillas son de una gran variedad de sabores…menta, canela, clavo y anís… ¡Mis caballos devoran la de canela! No dudo en suministrarle el sabor que más le gusta, así la chupan más y me aseguro de la provisión de sal en su organismo. Recomiendo, que prueben varios sabores para encontrar el sabor que más le gusta. Siempre han de tener una pastilla yodada disponible y usar las de sabores como extras.

¿Y si a mi caballo se le irrita la lengua con las pastillas, y no las quiere?…

Deberías añadir un poco de sal al pienso cada día. Esto debería de hacerse también para los caballos que trabajan duramente y no pueden obtener sal suficiente de una sola pastilla.Siempre actúa con paso firme, pregunta al veterinario la dosis añadir (una cucharada de café al día para un poni y una cucharada sopera al día para un caballo será suficiente). No añada demasiado de una vez, ni tampoco al mismo pienso.

En el caso de que le suministres al caballo pienso preparado, como bolas de pienso o mezclas bastas, consulte con su veterinario si su contenido en sal es el adecuado.

Existen Soportes especiales donde poner las pastillas de sal, pueden ser de metal, de plástico o de metal cubierto de plástico. Estos soportes tienen la misma forma que la piedra de sal, se deben fijar a la pared a la altura de la cabeza del caballo, y que encaje la pastilla desde arriba.

Los soportes de metal deben de ser revisados con regularidad, la sal oxida el metal, y el óxido del soporte puede mojar la pastilla y contaminarla. Recomendamos reemplazar las pastillas de sal en cuanto se terminan, puesto que los soportes de metal tienen las aristas afiladas.

Hay caballos que arrancan trozos de sal enteros, si esto sucede, no coloque nunca el soporte sobre el contenedor de agua, ya que si la sal cae en el agua y se disuelve, ésta la adulterará y el caballo no querrá beberla. ¡Esto es muy desagradable para el caballo!

Muchas personas, depositan la piedra de sal sobre el pesebre, a veces, el pienso se pega en la piedra, lo cual es antihigiénico.

Dale un capricho a tu caballo!!!! =)

Amigos esperamos que os hayamos aportado un granito de sabiduría… Recordad, todos los días se aprende algo!

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¿Los caballos se reconocen entre sí…? Un apretón de manos!!

El caballo utiliza su agudo sentido del olfato para identificar objetos extraños. Cuando entra en una cuadra, prado y otro lugar en que no haya estado antes, lo primero que hace es olfatear y resoplar en el nuevo ambiente que le rodea.

Los caballos reconocen a sus amigos y rivales a través del olor que desprenden sus cuerpos, ya que los animales al igual que las personas poseen un olor corporal propio.

¿Sabéis cómo se saludan lo caballos? Se olfatean entre ellos!! Esto equivale en las personas con un “apretón de manos”.

El olor es muy importante entre la yegua y su potro, ya que la mamá reconoce a su potro de entre cientos a través del olor que exhala éste.

Los caballos tienen tan desarrollado el sentido del olfato, que cuando las personas que les rodea, sus jinetes, cuando llevan un perfume inusual puede confundirlos incluso les puede llegar a causar molestia.

Cuando un caballo desea analizar con profundidad un olor… realiza una larga inspiración, levanta la cabeza y frunce el labio superior hacia los ollares.

Es tan importante el sentido del olfato para los caballos, que a través de este seleccionan en primer lugar la comida mediante el olfato y luego a través del sabor. El “hocico actúa como los dedos” y les ayuda a escoger lo que quieren comer. Una vez que la comida ha sido aceptada por el sentido del olfato, ellos diferencian a través del gusto los sabores “dulces”, “amargos”, “agrios” o «salados». Por lo general, les encantan los sabores dulces, por ello “los terrones de azúcar” se suministra a estos animales después de haber realizado un excelente trabajo, como recompensa, PREMIO!!!

Deseamos que aprendáis poco a poco con nosotros!!!

Hasta pronto amigos =) 

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La primera etapa en mi Aprendizaje: «El sentido del Olfato»

Empezaremos con una frase que desde pequeña mi padre me decía:

«Para ser un buena amazona… hay que conocer todas y cada una de las características del caballo»

Esta fue la primera etapa en mi aprendizaje y la base para conocer un buen o mal caballo.

Día tras día intentaba memorizar todo lo que me contaba mi hermana, referente para mí en este apasionado mundo. Supo enseñarme a querer a los caballos. ¡Su cuerpo parecía estar pegado a aquella silla vaquera que tanto pesaba! Su disciplina era magnifica, su voz estaba por encima de todo… ¡sólo con hablarle a aquel caballo, que tanto queríamos en casa y tantos años duró, le obedecía con gusto! Parecía que se reconocieran mutuamente.

Cuando me subía a su caballo siempre le decía: «¿Por qué a mí no me hace el caso que a ti?«. Ella me contestaba: «Con el sentido del olfato, distinguen a los amigos respecto de los desconocidos, sé paciente, todo llegará… Llegará el día en el que con un tan sólo «tranquilo, nada pasará…» «unas palmadas en el cuello…» confiará en ti… A veces sentirá miedo hasta de su propia sombra,  será tu voz quien le calme. Un caballo no se conoce en un día, la confianza se adquiere con el tiempo y la dedicación.»

Había días que no montaba a caballo, no me importaba, aprendía viéndola, ¡quería ser como ella! Sabía que llegaría el día que cada una ensillase un caballo y me enseñase cosas, me corrigiese…

¡Y llegó ese día tan esperado! Aquellas rutas por el campo, esas conversaciones de hermanas que no se olvidan y se recuerdas con tanto cariño que cuando te paras a pensarlas… retrocede el tiempo… tu cuerpo se hace pequeño, su voz suena a hermana mayor.

Esta fue una de las primeras lecciones que aprendí apoyada en aquella valla verde que rodeaba el picadero mientras ella montaba: el sentido del olfato.

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